Súplica de amor por Héctor Rojas Herazo

Me gusta escribir, es evidente. Sin embargo, me gusta más que me escriban. Me gusta sentir que hay una correspondencia, una intención oculta que se desvela entre la intimidad de dos individuos que comparten un secreto.

Revisando mi correspondencia, me encontré con un poema que fue correspondido hace algún tiempo atrás.

Súplica de amor

Por mi voz endurecida como una vieja herida;

Por la luz que revela y destruye mi rostro;

Por el oleaje de una soledad más antigua que Dios;

Por mi atrás y adelante;

Por un ramo de abuelos que reunidos me pesan;

Por el difunto que duerme en mi costado izquierdo

Y por el perro que le lame los pómulos;

Por el aullido de mi madre

Cuando mojé sus muslos como un vómito oscuro;

Por mis ojos culpables de todo lo que existe;

Por la gozosa tortura de mi saliva

Cuando palpo la tierra digerida en mi sangre;

Por saber que me pudro.

Ámame.