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Mostrando entradas de febrero, 2010

Nadie sonríe

Y el silencio se te come la boca mientras miras a lo lejos. La silueta de una montaña azul se dibuja en el horizonte y nadie sonríe como antes. En realidad, nadie sonríe. En nuestras espaldas susurra el viento, y yo pienso que nos ha dejado de envidiar. El viento, que ahora se esconde, desea robarnos nuestras pertenencias más preciadas. Lo más preciado nuestro no somos nosotros. ç Eso es triste. Y el silencio ahora se une al viento, y nos roba los sueños. Quedamos ruidosamente quietos. Mi sombra me huye y yo le huyo a la luz. Corremos. Soñamos. Reímos. Sangramos. Caminamos y el silencio nos come la boca mientras miramos a lo lejos.

Rayuela. El cíclope. Capítulo siete.

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse

Tres.

Soy tu Norma. La Norma de alguien. 12.54 am. febrero 23, 2010

Dos

Y entre sombras nos balanceamos como dos extraños que juegan a ocultarse. Lo que nadie sabe es que somos dos extraños que mienten descaradamente a sí mismos. Huímos del mundo hacia el misterio de la palabra muda. Nos refugiamos en el encanto del silencio, y nos amamos con mentiras sobre una sábana húmeda.

Uno

Te siento ajeno, lejano, fortuito, gratuito. Siento que estás fuera de mi. Sonríes y entonces desaparezco en ti. Te siento perdido, enérgico, perdido. Y cierro los ojos, no existes. No eres tú, sino yo. Soy tu ley y tu norma. Soy tu Norma. Soy un contrapeso en la balanza donde te mueves. Y abro los ojos, eres tú, ahí, reducido a lo inmóvil. Siento que debo ser quien te arregle por dentro. Y con un soplo te regalo la vida que me sobra.

Así es recordar

Me subí a la buseta, en reversa, por la puerta de atrás. Me devolví hasta la silla donde me encontraba segundos antes, me senté, di un beso, cogí una mano y miré por la ventana del puesto del lado derecho. La buseta entonces avanzó hacia el pasado y regresamos al pastal donde habíamos estado minutos antes. El día se aclaró de nuevo, el atardecer se devolvió y vimos como todo se teñía de azul. La neblina de los cerros se alejó lentamente, tal como había llegado. Las conversaciones se devolvieron y las palabras salieron vomitadas de nuestros oídos; se retorcían como gusanos agonizantes. Nos tiramos al pasto, vimos las nubes reformarse de nuevo, el cielo cubierto por un manto gris nos saludó al revés. A-L-O-H. Nos revolcamos en el pasto, de nuevo, pero al revés.Vomitamos palabras inentendibles ahora, sin sentido por si solas o acompañadas. Silencio. El viento se devolvió y sopló en la dirección contraria. Los cabellos de erizaron de nuevo, las pieles se tocaron y todo dejó de
Hoy no soy yo. Soy una extraña en la lejanía de mi. Hoy, una extraña vive mi vida, como si fuera un piloto atomático. Supongo que no tiene manual, pero tiene sentido común. Espero que lo tenga, y que sea similar al mío. Me levanté melancólica, sintiendo que entre sueños tal vez hubiera extraviado algo. Curiosamente, no puedo recordar qué soñé.

Ruleta del Sueño

Por: Scott Kerrigan You found me traveling at The speed of light; In words and pixels. A game of red and black, Blue and green también. When it was time to put them out, We promised to dream of each other . You said “Dream of a wineyard …” You meant “ Sueña una viña , conmigo , por supuesto .” The pidgin gloss pitches us beyond these premeditated pastures. Your hand wafted overturned earth, The sun sounded so far off ; It led me there through the dark. Swathed in a picnic , time decanting As if it were dangling on the vine. “A steak , a salad, para ti , para mi, respectively .” This is our only memory, Which I forgot as soon as The light found me again. How about the usual place tonight? If I could only remember where… The penumbra of my mind? The fire in my heart? The wineyard of my soul.

Labios

Imagen
El día estaba oscuro. Era la noche la que llegaba. La historia se encontraba en una boca. La boca estaba en el día oscuro, que ahora se convertía en noche. La boca tenía sabor a pasta boloñesa y anís , con menta fresca. Los labios de la boca besaron a otros labios, a unos más viejos, pero no más sabios. La boca también participó en el proceso. Al otro lado de la habitación, otra boca, con otros labios, se retorcieron y sangraron un poco. Los dientes mordieron con ira a los labios, y los labios querían sentir más dolor para dejar de sentir la menta fresca. Los labios sangrantes caminaron por la habitación que retumbaba, hicieron la leve mueca a los labios viejos, y a los labios de anís , y avandonaron la habitación. Los labios sangrantes emanaban ira. Emanaban más sangre. Más y más. Se tornaron carmesí. Los labios anisados nunca notaron que la menta había causando una muerte por desangrarlos. Los labios viejos siguieron su vida. Los labios sangrantes murieron allí mismo, en la habitac