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Mostrando entradas de mayo, 2012
El amor después del amor Un poema de Derek Walcott Llegará el día en que, exultante, te vas a saludar a ti mismo al llegar a tu propia puerta, en tu propio espejo, y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro, y dirá, siéntate aquí. Come. Otra vez amarás al extraño que fuiste para ti. Dale vino. Dale pan. Devuélvele el corazón a tu corazón, a ese extraño que te ha amado toda tu vida, a quien ignoraste por otro, y que te conoce de memoria. Baja las cartas de amor de los estantes, las fotos, las notas desesperadas, arranca tu propia imagen del espejo. Siéntate. Haz con tu vida un festín.
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Iba a decirte algo importante, pero supongo que los sueños me lo quitaron. Magritte.

To remember

My Dearest Allie,  I couldn't sleep last night because I know that it's over between us. I'm not bitter anymore, because I know that what we had was real. And if in some distant place in the future we see each other in our new lives, I'll smile at you with joy and remember how we spent the summer beneath the trees, learning from each other and growing in love. The best love is the kind that awakens the soul and makes us reach for more, that plants a fire in our hearts and brings peace to our minds, and that's what you've given me. That's what I hope to give to you forever.  I love you. I'll be seeing you.  Noah (The Notebook)

Fragmentos

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1. “Creo que amo a Vivaldi, admiro a Bach y odio un poquito a Tchaikovsky.” 2.Y en ese instante, justo antes de cruzar la calle y mientras el semáforo aún estaba en rojo, me di cuenta. 3. No supe exactamente cómo reaccionar. Busqué la luna mientras regresábamos a casa. Sentía el corazón taquicárdico, alborotado y furioso. 4. Somos todos enfermizos. Estamos heridos. Especialmente yo. 5. No recuerdo exactamente el día que lo vi en la calle, o el día que nos dimos nuestro primer beso. 6.Temer. Qué verbo tan hermoso y complicado al mismo tiempo. 7. ¿Será eso lo que llaman amor?. 9. Miento. Siempre miento aquí. 10. Siempre temía.

Sóley

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Ella pedalea para sentir más intensamente la brisa de París en su rostro. La primavera se llevó todos los vestigios del escabroso invierno, y ahora los pájaros y la flores se apoderan lentamente de la ciudad. Los turistas corren en la plazas, las iglesias y olvidan sentir la vida de la ciudad. Sus memorias quedan estancadas en fotos sin sentido, casi como su viaje por Europa. A ella no le importa. Siente los adoquines de la calle desde el sillín de la bicicleta, inclina su cuerpo para tomar las curvas y llegar a las avenidas. Recuerda la vitalidad de los pintores y artistas franceses de las últimas décadas y recibe su energía. Pasa por las famosas vitrinas y saluda a los maniquíes. No cambian desde que tiene memoria. Algunas tiendas ya no tiene maniquíes y ella siente que perdieron su humanidad estática.  Igual que los turistas con sus fotos, las tiendas ofrecen una visión de París del pasado. La grandeza de la ciudad no es la misma que la de hace veinte años. Llega al Arco del