Cuerpos

Estoy rodando sobre cuerpos. Siento los huesos puntiagudos, las pieles viejas y la firmeza de la juventud. Todos estamos desnudos mientras, a oscuras y en un lugar sin nombre, chocamos y seguimos rodando. Somos bandas humanas industriales, partes minúsculas de un engranaje que compone una máquina universal.

Basta. Sigo rodando. Siento una mano que se aferra angustiosa, escucho un gemido de placer, siento la humedad y el calor ajeno, el cabello crespo en mi rostro, las barbas desordenadas, las caras afeitadas, las vísceras. Siento todo menos lo emocional. Solo quiero seguir rodando.

No hay más.