Retomar la palabra como si fuera la primera vez.
Como la llaga que deja la marca, sabiendo que no dolerá algún día.

Con tildes, con comas y sin comas y sin remordimiento pero siguiendo siempre como si nada hubiera pasado através de los anos, de la casa, de las vistas, de los trenes. Del suspiro cansado. De la memoria vacía, la identidad perdida.

Palabra, vuelvo a ti después de los anos, 
cuando todavía me quemas la boca, 
los dedos siguen escribiendo,
los momentos intactos en el tiempo.

Soy otra que te busca,
sin fuergos ardientes ni trampas, 
me entrego a ti 
sin esperar nada de vuelta.

La palabra me quemaba la boca.
Valió la pena.
Vuelvo a ti, palabra
Quémame.